miércoles, 10 de agosto de 2016

¡¡¡QUIERO SER UNA ABEJA!!!


¡Que grande y maravillosa es la naturaleza que está continuamente dándonos lecciones! Y como formador que soy, ¡¡¡COMO ME GUSTA TAMBIÉN SER FORMADO!!!

Los grandes genios de nuestra historia se han inspirado siempre en la naturaleza, y desde un punto de vista de actitud vital, creo que las abejas son unas grandes maestras.

Ellas se preocupan sólo de trabajar buscando siempre el mejor polen para generar la mejor de las mieles para su abeja Reina y su panal.

¿Y qué hacen?, ¿se esperan a que algún otro insecto les llame a la puerta de su panal y les diga: "Eh!!! Abejas, ahí está lleno de flores repletas de un deliciosos néctar"....¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!! Salen ellas a buscar esas flores. No tienen nada más en su interior que la intuición y para allá que salen.

Y venga, ¡EUREKA!, ya han encontrado el campo maravilloso de flores que sabían que tarde o temprano encontrarían. Y venga, a sacar lo mejor de cada una de las flores. Y aquí que voy, aquí que me paro, aquí que chupo más..."¡¡¡MMMMMMMMMMMMMM!!!, PERO QUE RICA ESTA FLOR" pensará la abeja. Y ella, concentrada en el presente, no se preocupa más que por chupar y chupar el mejor néctar que la flor, de manera desinteresada le da. Bueno, desinteresada tampoco, ya que la flor sabe que la abeja llevará su polen a otras flores que serán inseminadas y darán más frutos, y así toda la naturaleza se ve beneficiada por ese incansable trabajo de este diminuto insecto.



Y sigue nuestra amiga abeja por ahí, chupando y chupando, y de reperente, ¡ZASCA!, una flor no le da lo que buscaba. Y qué hace la abeja: ¿enfadarse?, ¿gritarla?: "¡¡¡IMBÉCIL, CRETINA!!!, ¡¡¡DAME POLEN!!!". O ¿insultarse ella?: "¡Ui!, ¡sí!, ¡ya sé que no sé nada de esto!, ¡soy una imbécil!". O decirse: "¡Ui!, ¡esta flor no me da nada!. Y ahora tengo que ir a buscar otra flor...¡¡¡NOOOO!!!, ¿¿¿YO SOLA???, ¡¡¡QUE MIEEEEDOOOO!!!, ¿¿¿QUÉ VOY A HACER YO SOLA BUSCANDO FLORES POR AHÍ COMO UNA IMBÉCIL???".

¿Y te imaginas alguna abeja en plan?: "¡¡¡Ui!!!, ¡que dolor salir a buscar néctar!. Este no es mi camino. ¿Sabes qué?, mira que la Abeja Reina me vaya manteniendo, y yo iré volando por ahí a ver qué aprendo, que esto de buscar mi néctar...¡UI, NO!, es más fácil que Mamá Reina vele por mi hasta que yo encuentre mi camino." ¿Y sabes qué pasaría?, que como la Madre Naturaleza busca siempre la Ley del Mínimo Esfuerzo, pues irá perpetuando esa situación, y esa abejita realmente poco crecerá y madurará si siente que tiene sus necesidades mínimas cubiertas. Como esas mariposas a las que un chico bien intencionado, en un laboraatorio de investigación biológica, cuando estaban en un capullo y ver que les costaba salir del mismo, les corto la punta de éste, y sí, salieron las mariposillas, pero no pudieron nunca volar porque les faltaba el último esfuerzo que se requiere para romper el capullo y reforzar la musculatura de la mariposa que le hubiera permitido volar.

¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!! La abeja ni se lo todo eso plantea. "¿Que aquí no me dan lo que busco?, pues cambio de flor y punto pelota."

Y así suma y sigue. Y todas dan lo mejor de sí mismas para el bien de la comunidad y todas contentas.

Y lo mejor de todo: ¡¡¡son capaces de dar su vida si se ven ellas, su Reina o su panal amenazado!!!

Pensemos que nuestra Abeja Reina es nuestra Esencia. Aquella que nos pide continuamente que seamos lo que hemos venido a ser. Y que le demos lo que ella necesita (cada uno sabrá....), sin miedo, sabedores de que, cada vez que le das a tu Esencia, le estás dando al Mundo Entero ya que cuanto más brillas desde tu interior, mayor es el beneficio que todos recibimos de lo que damos desde lo que Somos.

Y si hay que darlo todo, se da, sino, ¿qué sentido tiene todo?

¿¿¿QUIÉN SE APUNTA AL "CLUB DE LAS ABEJAS"???

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